Editorial

Reflexiones para el 1 de agosto

Nuestra querida Fiesta Provincial del Tabaco del 1 agosto, es una arraigada tradición que se remonta a 1947.

Hoy y por segundo año consecutivo, esta encarnizada pandemia que asuela al mundo y que inclusive se ha llevado a amigos entrañables, nos impide esa honda fraternidad que se patentiza en esos días en las calles de nuestra querida Chicoana.

No obstante, tales dramáticas circunstancias sanitarias vividas, el campo en general pudo mantener un ritmo normal de actividad.

Así fue que, con una conjunción de circunstancias favorables como la baja siniestralidad y un régimen pluvial adecuado, los tabacaleros salteños, vimos incrementado en un 7% los resultados de la campaña anterior, con un resultado final cercano a los 37.500.000 kg y un grade índex del 80,50 %.

Salta quedó a la cabeza de las provincias productoras, en la distribución de los recursos del Fondo Especial del Tabaco. Un rendimiento promedio de poco más de 1.900 kg, que ciertamente deberíamos superar, puede considerarse satisfactorio.

El incremento del 50% sobre grilla de la campaña anterior superó en algunos puntos a la inflación interanual que de abril a abril fue de 45,6%, pero inferior a los aumentos de los principales insumos, por lo que este logro no se vio cabalmente reflejado en lo económico.

Como sucede en general con las producciones primarias exportables, nuestros precios internos se ven afectados por el atraso cambiario y las retenciones que reducen notablemente la competitividad ante otros países que no las sufren.

Otros factores positivos que contribuyen a que el cultivo del tabaco siga capeando el temporal de crisis que viene abatiéndose sobre la economía nacional, son los logros que el sector viene consolidando año a año.

La protección frente a los daños infringidos por granizadas, los subsidios al gas natural y a la leña sustentable ocupados en las estufas de secado; la cobertura médico asistencial al productor y su grupo familias; el convenio de corresponsabilidad vigente para el pago de aportes y contribuciones a cargo del empleador, que asegura el cumplimiento de nuestras obligaciones patronal y nos permite la registración de nuestros trabajadores, que también cuentan con seguros de vida y provisión gratuita de equipos de ropa de trabajo, confeccionada por cooperativas de trabajo textil del interior y la probada eficacia de los sistemas comunitarios tanto de maquinaria como de estufas bulk curing en diferentes centros que cubren toda la geografía tabacalera y permiten el acceso a la tecnología a todas las escalas de producción por igual.

En pocos días más presentaremos un plan crediticio para adquirir estufas bulk curing, que adjudicaremos mediante sorteos y cuyo montaje estuvo a cargo de técnicos del Fideicomiso Centro Comunitarios de Estufado. Se busca así descomprimir la creciente demanda en los diferentes centros.

Este año se dispondrá de 60 unidades y 80 para el 2022.

Vale recordar que las estufas comunitarias de secado el bulto, al reemplazar a las convencionales cargadas con cañas, significaron un fuerte bloqueo al trabajo infantil que se daba entre las familias de los cosecheros.

Todo esto, que nos otorga marcadas ventajas comparativas, se ha conseguido con un manejo serio y eficaz de los Planes Operativos Anuales de Fondo Especial del Tabaco, cuya administración local ejercemos desde hace dos años, con excelentes resultados en eficiencia y eficacia.

Una oportuna ley sancionada este año, incorporó al presupuesto nacional la remisión automática de los recursos del FET, lo que ha significado una gran ayuda financiera por la disposición mensual y puntual de los fondos.

Contamos con una tradición consolidada de casi medio siglo de actuar con responsabilidad social y nuestros programas que tanto prestigio han logrado, trascendiendo las fronteras de la provincia y del país, aún en plena pandemia pudieron tener la continuidad de las actividades, respetando siempre todas las recomendaciones emitidas por el COE provincial y los COE de cada municipio.

Hemos logrado una fluida articulación tanto con organismos de los estados nacional y provincial e inclusive internacionales como la Organización de Estados Iberoamericanos y organizaciones sindicales y gremiales empresarias.

Entre los frutos logrados con estas acciones conjuntas se destacan capacitaciones virtuales y presenciales sobre ambientes seguros de trabajo, temas referidos al cultivo en todas sus etapas, climatología, etc.

También se elaboraron el Manual de Buenas Prácticas Cultivo de Tabaco Virginia y el Protocolo de actuación para prevenir la enfermedad del COVID – 19.  Recientemente suscribimos un convenio operativo con el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la provincia de Salta para capacitar a nuestros obreros, que podrán acceder al título de técnico en uso y mantenimiento en estufas tipo bulk curing.

Estimulados por los aislamientos y distanciamientos que hemos sufrido, los tabacaleros hemos vivido un interesante proceso de inclusión digital y desde la Cámara hemos desarrollado herramientas digitales que favorecen tanto la administración de los negocios y como la comunicación con nuestros asociados.

Reiteramos la recomendación a los productores que, al momento de planificar las plantaciones, tengan en cuenta los compromisos de compra reales y efectivos y el adecuado equilibrio entre tierra, agua, instalaciones, herramientas y maquinarias y recursos financieros.

La volatilidad de los mercados tanto nacional como internacional y la crisis socioeconómica mundial derivada de esta pandemia no dejan margen para la improvisación y cualquier quebranto puede ser irreversible.

Bien se pueden mantener los actuales niveles de producción reduciendo el área plantada y mejorando los rendimientos. La provisión de insumos por parte de los principales acopiadores asegura la posibilidad de lograrlo.

Le pido a san Isidro labrador con la intercesión de Nuestra Señora del Carmen, por el fin este flagelo, la curación de los enfermos, el descanso en paz de los que han partido y porque todos nosotros podamos hacer nuestra acción de gracias por nuestras cosechas y compartir la mesa, el año próximo.

Esteban Amat Lacroix