No hay mayor responsabilidad que la que nos obliga a la promoción económica y social de las personas.
La producción tabacalera tiene un amplio rango en la dimensión de las explotaciones. Pequeños, medianos y grandes productores comparten, con equidad y justicia, de los beneficios que brindan las organizaciones y empresas que ellos integran.
Muchos empresarios, algunos de ellos entre los más importantes, conocieron el trabajo desde el cerco, como simples peones, luego medieros y hoy propietarios de pequeñas, medianas y grandes empresas.
No son muchas las producciones que pueden ostentar esta característica.
Ya en 1974, pasamos a ser el sector agropecuario con más alto cumplimiento de sus obligaciones patronales. El 26 de julio de ese año, las cámaras del Tabaco de Salta y Jujuy firman con Ministerio de Bienestar Social, un Convenio de Corresponsabilidad Gremial para el pago de aportes de previsión social y FONAVI (Fondo nacional de la Vivienda), de los trabajadores rurales ocupados en el cultivo de tabacos claros, mediante descuentos de los pagos que debía percibir el productor del Fondo Especial.
Un año después, se firma uno análogo con ISSARA (hoy OSPRERA), que habría de garantizar los aportes a la obra social de los trabajadores.
En 1980, se implementa un sistema similar para los subsidios familiares.
También, al promediar la década del 70, la preocupación por los chicos nos llevó a la habilitación de guarderías rurales en Gral. Güemes, El Carril y Rosario de Lerma. Asistían, desde diciembre a febrero de cada año, los hijos de peones rurales de entre 6 meses y 9 años y participaban del proyecto el Ministerio de Bienestar Social y el INTA. Esta experiencia se mantuvo durante cuatro años y fue retomada en 1988, con una nueva localidad, Coronel Moldes.
En el año 2000, la International Tobacco Gowers´Associaation (ITGA) organización de la que somos socios fundadores (1984) constituye con la IUF (Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines) y BAT (Bitish American Tobacco) la Fundación ECLT (Eliminating Child Labour in Tobacco Growing)
A partir del año 2003, ya instaurado orgánica y sistemáticamente en la sociedad el concepto de responsabilidad empresaria, como atinada respuesta a las asimetrías emergentes de la globalización, iniciamos con nuevos bríos y empeño, una nueva etapa en nuestro accionar solidario.
La Cámara del Tabaco de Salta, la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta Ltda. y la Asociación Mutual de Productores Tabacaleros de Salta, diseñan y ejecutan el programa Tiempo de Chicos, la mejor inversión.
Dos premisas orientaban las acciones: Salud, educación y prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.
En noviembre del 2003 se realizaron presentaciones en 80 escuelas rurales y la asistencia de 20.000 alumnos, de una obra de títeres creada especialmente con el concurso de pedagogos, expertos en seguridad y artistas.
Ese mismo año, se colaboró con el Ministerio de Salud Pública para asistir a chicos menores de seis años con problemas nutricionales, en lo que denominamos Para Crecer Mejor. Se entregaron en total 20.000 raciones alimentarias terapéuticas, elaboradas con el asesoramiento de médicos y nutricionistas de once áreas operativas, logrando una recuperación nutricional entre un 30% y un 50%. Cabe señalar que de los 1.666 chicos atendidos, un porcentaje insignificante provenía de familias ocupadas en el cultivo del tabaco.
Como complemento y mediante el convenio Alimentación Saludable celebrado con la Universidad Católica de Salta, se capacitó a 250 madres y 100 agentes sanitarios, en el aprovechamiento integral de los alimentos.
Los Chicos Tenemos Derechos, se tituló la presentación realizada en el 2004, destinada a hacer comprender a los chicos la prohibición de trabajar y la obligación de estudiar. 25.000 de ellos, en 101 escuelas de las zonas tabacaleras, disfrutaron de las ocurrencias de Rodolfo Aredes y su muñeco Pepito, expresadas dentro de un guión realizado con sólido soporte profesional.
A fines de ese año, se realizó en Cerrillos con la participación de más de 100 actores sociales, comprometidos con la salud integral del niño, un taller de Concienciación y Sensibilización contra el Trabajo Infantil, conjuntamente con la CONAETI y la COPRETI.
Con el generoso aporte de Alliance One, Massalín Particulares, Nobleza Piccardo y Universal Leaf realizamos una edición de 25.000 ejemplares de un libro escolar de 108 páginas, titulado Manual de Prevención de Accidentes Infantiles en el Ámbito Rural, el que se distribuyó a 20.000 chicos de 9 a 14 años y a los docentes de 109 escuelas del área tabacalera.
Con la convicción que la responsabilidad social necesita de algo más que acciones individuales, adherimos a la Declaración contra el Trabajo Infantil, en la reunión convocada en Buenos Aires por la Organización Internacional del Trabajo, en junio del 2004.
Suscribimos, ese mismo año, un Convenio Marco de Cooperación Mutua y un acta complementaria, con el gobierno de la provincia, la Comisión de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, para aunar esfuerzos a fin de articular, coordinar y ejecutar acciones.
En el 2004 comienza el Programa Porvenir, una alianza de todo el sector tabacalero para prevenir el trabajo infantil, destinado a los chicos de 9 a 15 años y en sus 13 ediciones realizadas en Salta hasta el 2016, ha beneficiado a 16.715.
En el 2006 aparece Sonrisas Salteñas en el con el objetivo de formar docentes de la zona sobre prevención de salud bucal, prevención de trabajo infantil, prevención de adicciones y formación en valores y sexualidad.
En el 2007 participamos de la creación en el seno del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, de la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil, cuyo comité directivo integramos.
El trabajo infantil en las fincas tabacaleras se debe más a pautas culturales de los obreros, que a la conveniencia del productor.
“Quiero que tengas un chango, para yapar el jornal” así pintaba esa idiosincrasia el poeta Jaime Dávalos. Es urgente y nada fácil modificarla. Una de las maneras es eliminar las tareas que pueden ser desempeñadas por chicos. Por ejemplo, el encañado y desencañado que se utiliza en las estufas convencionales. La solución está en la utilización de estufas de secado al bulto, de alto valor y no siempre al alcance de los pequeños productores.
Por eso, en el 2006 se constituyó el Fideicomiso Centro Comunitario de Estufado que hoy cuenta con 443 estufas bulk curing distribuidas en 9 localidades, Durante las diez campañas realizadas se han procesado 27.700.200 kg de tabaco seco.
Así se permite a los productores de menor escala el acceso a las mejores tecnologías de producción y se disminuyen las ocasiones de ocupación de mano de obra infantil que se dan en las estufas tradicionales.
Desde 2015, el fideicomiso ha asumido la atención del Centro de Acopio de Envases de Agroquímicos y la gestión de Herramientas y Maquinarias Comunitarias.
En la última campaña, 629 productores, el 42% de los productores activos, han utilizado las 443 estufas (un 4,14% más que en la campaña anterior) y recibieron 3.452 servicios, con un resultado de 3.106.800 kg de hoja seca (9% más que en la campaña anterior) lo que totaliza el 10% de la producción salteña.
464 productores, el 31% de los productores activos, han utilizado los 19 tractores disponibles, que realizaron un total 8.726 servicios de cincel rastra.
El Centro de Acopio de Envases de Pesticidas de Rosario de Lerma, realizado conjuntamente con Massalin Particulares es el paso inicial para una producción más comprometida aún con el cuidado del medio ambiente. En su primera campaña recibió 7653 unidades. Éstas, una vez compactadas, fueron retiradas por los recicladores habilitados. Una manera de iniciar el camino hacia un mejor cuidado del medio ambiente.
En el 2009 y como fruto de una articulación público privada, ponemos en marcha Jardines de Cosecha como socio estratégico de Porvenir, con la intención de atender a los chicos de 1 a 8 años, o sea que con dos programas atendemos a los chicos de una misma familia con la intención que los padres puedan ir a trabajar con la tranquilidad de que sus chicos están bien cuidados. En sus ocho ediciones ha atendido a 3.340 criaturas. Se lo financia en sus 2/3 partes por el gobierno de la Nación y empresas privadas.
Capacitación en Oficios, es un programa realizado conjuntamente con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, donde se realizan centros de capacitación en las escuelas de las zonas tabacaleras, buscando generar mano de obra calificada para la producción de la misma, permitiéndoles también tengan la posibilidad de generar ingresos fuera de temporada de producción; la capacitación comprende oficios como Herrería para finca tabacalera, Carpintería artesanal para finca tabacalera, Electricidad en plantación, Auxiliar de gasista, Mantenimiento de maquinaria agrícola y Proveeduría en plantación, que se implementan buscando capacitar para desempeñar estos conocimientos, tanto en la fincas tabacaleras como en otros mercados laborales. Desde sus comienzos en el 2011 se han realizado 4 ediciones con un total de 1.275 beneficiados.
Programa Consultorio Móvil Hospitalario. En el Ministerio de Agricultura de la Nación nos otorgó en comodato una unidad hospitalaria dotada con equipamiento de diagnóstico de la mejor tecnología, para poner al servicio de la salud de las comunidades tabacaleras. Desde el 2011 se has realizado un total de 15.454 prestaciones médicas.
Programa de Forestación Arboles Nativos (2007): destinado a trabajar con los productores tabacaleros con la intención de mejorar el medio ambiente, reforestando áreas boscosas de las que se extrajo leña para el funcionamiento de las estufas tabacaleras. Además de la recuperación de áreas verdes en beneficio de toda la comunidad, cumplimos con los estándares ambientales exigidas por nuestros compradores internacionales. Cuenta con un vivero con capacidad para producir 20.000 plantas anuales.
Jardín Cuidar, similar a Jardines de Cosecha pero realizado con la participación del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores de Argentina, atiende a 50 chicos en una escuela del valle de Lerma y tiene ya dos ediciones.
Nuestras acciones se articulan con los gobiernos de la Nación y de la provincia, con empresas tabacaleras y otras comprometidas en la lucha contra el trabajo infantil.
La Asociación Conciencia nos acompaña en la ejecución de los programas destinados a cuidar a de los más chicos.
Primordial importancia tienen las estrategias de concienciación dirigidas nuestros asociados. Desde nuestras publicaciones periódicas y nuestro sitio Web, insistimos permanentemente – no tan sólo en la erradicación del trabajo infantil – sino también en otros temas de significación como el cuidado del medio ambiente y la minimización de cualquier tipo de contaminación, así como la conservación de los suelos; la seguridad e higiene en el trabajo y la seguridad vial son temas siempre reiterados.
En lo ambiental, trabajamos con un vademécum de agroquímicos severísimo que establece los productos permitidos y realizamos controles de calidad en el tabaco recibido en las bocas de acopio, para asegurar el respeto de los períodos de carencia indicados por los laboratorios.
Promovemos la sistematización de suelos para evitar la erosión, conscientes de la tierra fértil es una herencia que se merecen las generaciones venideras.
Nuestro compromiso de promover el trabajo decente y registrado se refleja en la vigencia del Convenio de Corresponsabilidad Gremial, que suscribimos con la U.A.T.R.E. en septiembre de 2012 y que, entre diciembre del 2015 y noviembre del 2016, significará aportes del orden de los $181.338.912,38.
La provisión de ropa de trabajo, mediante un convenio suscrito con el gobierno provincial benefició a 10.000 trabajadores, por tercer año consecutivo. Este convenio con el gobierno provincial, permite además el desarrollo de cooperativas textiles radicadas en zonas tabacaleras.
Este es un resumen de nuestra historia inspirada en un principio rector: La responsabilidad social implica, fundamentalmente, el ser conscientes del otro en términos de bien común.