Campaña tabacalera 2020 – 2021
Con buenos rendimientos pero magros rendimientos económicos
La campaña tabacalera 2020/2021 se llevó a cabo dentro en un marco mundial convulsionado en lo sanitario, lo social y lo económico por la persistencia de una pandemia de gravedad inusitada que sólo puede ser comparada con la de gripe española de 1918 a 1919, la que se estima causó la muerte de una tercera parte de la población mundial. Los adelantos de la medicina y el crecimiento de las estructuras sanitarias han significado que los efectos del COVID 19 no alcanzaran las tremendas consecuencias de aquel flagelo de comienzos del siglo pasado.
No obstante las dramáticas circunstancias sanitarias vividas, el campo en general pudo mantener un ritmo normal de actividad.
Así fue que, con una conjunción de circunstancias favorables los tabacaleros salteños, vimos incrementado en un 7% los resultados de la campaña anterior y Salta quedó a la cabeza de las provincias productoras.
Pero este logro no se vio reflejado en lo económico.
Como sucede con todas las producciones primarias destinadas a la exportación, tal cual es en gran medida la del tabaco, el atraso cambiario y las retenciones reducen notablemente la competitividad ante otros países que no las sufren. Tal el caso de nuestro vecino Brasil, que además de ser el segundo en volumen producido (745.360 toneladas) y el primero en exportación (651.190 toneladas) compite en el mercado sin cargas tributarias sobre sus ventas externas.
También cuentan con una evidente ventaja geográfica atento a la cercanía con los puertos de sus regiones productivas, por lo que carecen de los costes de fletamento que nosotros debemos asumir.
Esto condiciona y pone un techo rígido sobre nuestros precios internos, dado que el 85% de lo que producimos en Salta se destina al mercado externo; lo que agrava el peso de unos valores en constante incremento por la persistencia de una inflación alarmante y pertinaz.